Textiles narradores del cosmos, la jerarquía y la eternidad.
Memoria de la exposición “Telas del mundo”. Talca, Chile 2018
por Vicky Martinez Stumpf
Al igual que la pintura en la historia del arte,
como lienzos que manifiestan el pensamiento de una época,
los textiles han estado al servicio de las cosmovisiones culturales del mundo.
La disolvencia entre el sujeto y las fibras
construye misteriosos lenguajes
que narran las armonías
invisibles del universo.
Los hilos:
Solo nos falta aprender a leerlos,
para así aprender a leernos como humanidad.
La exposición “Telas del mundo” reúne alrededor de 400 textiles que han sido captados a través de viajes - desde los años 60 -, por Edward Shaw y Bernardita Zegers. Fueron donados a la “Nueva galería de arte NUGA” (Universidad de Talca, Chile), e inaugurada en octubre 2018 .
Las telas se encuentran organizadas en 7 espacios, según tópicos políticos, prehispánicos y etnográficos.
Gracias al gran número de piezas, podemos disolvernos en lenguajes textiles de todo el mundo, como Egipto, Madagascar, China, México, Vietnam, Nigeria, Mapuche, entre otros.
África, y el sonido de las formas.
Cinéticas formas oscurecen el cielo.
Luces descansan en la profundidad del azul.
Sedas y linos murmuran el cosmos.
Magentas en flor, despiden el atardecer.
Seres del fuego ritual de existencia.
Un Manto Kuba y la inmensidad de los campos.
Geometrías dispersas solfean el vacío.
Los danzantes desaparecen
a través de los hilos.
Azules de sol
Entre valles, entre montañas y entre campos de arroz,
bajo el cielo de estrellas invisibles por el amanecer.
Carmines puntadas,
China y Vietnam.
Aves y peces mapean senderos.
¿Serán representaciones del tao, o el viento?
Una mujer, un manto, su niño,
atolondrados por el sol, musicalizan sonidos.
Un cascabel, una rosa, un suspiro.
Un amuleto entre las telas escondido.
Compañeras ofrendas del espíritu Hmong.
Mil pliegues danzantes como olas de mar.
Sendas de la tierra.
Telas desteñidas.
Matices del sol reflejados en la luna.
Fecundo el azul intangible del río.
Florecer desde la regularidad.
Los andes, sus tejidos.
manifiestos oníricos del tejedor plasmados en el horizonte:
Pigmentos ordenados en listas vibrantes;
Felinos que sellan la unión con la eternidad.
Plumas hiladas por montañas y plantas
visten al chamán que vuela el amazonas.
Canto del universo.
Regularidad en la tribu.
Un ikaro en silencio
duerme entretejido.
Un manto mapuche acompañado por rehue.
Un wenu mapu disuelto en el áurea.
Un mensaje de la láctea en el color del volcán.
Una araucaria que florece en ancestralidad.
La Machi, sus estrellas y soles lejanos.
La cruz andina y la infinitud de la tierra.
Independencias en disolvencia.
Mao, Obama, y un italiano santo;
Sedas inmaculando el poder desgarrado.
Aves panameñas, militares peruanos,
estuporizados, bordados,
por manos de artesanos.
Destejer la inconsciencia
Vestimos la eternidad desde signos superfluos;
leemos lo humano como eterno desvanecer;
segundos no alcanzan para percibir el cosmos.
Donde se hila el color de la inmensidad?
Eterno superfluo.
Destejida conciencia,
en el desvanecer.
( en memoria de Victor Heringer / 1988-2018 )
